SOBRE LOS APODOS. APODOS ALFACAREÑOS DESDE 1920

El uso de apodos en las personas ha estado, desde antiguo, ligado al nombre propio. Apodo significa también, alias, apelativo, sobrenombre, seudónimo y mote. Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, se define como “nombre o sobrenombre dado a alguna persona o cosa, inspirado es sus defectos corporales o en alguna otra característica o circunstancia”. Constituyen una forma de identificar a alguien y existen desde mucho antes de que nuestra lengua adquiriese su autonomía e identidad propia. El latín fue un hervidero de motes.

En el mundo romano, del que procede el castellano, entre otras lenguas, estaba muy Escipión o Cicerón eran en realidad motes, con los que han pasado a la historia. Entre los patricios romanos (la clase alta) la estructura del nombre constaba de tres partes (tría mínima): Praenomen, equivalente al nombre de pila actual. Nomen, se refería al nombre que recibía la familia. Cognomen: correspondía al segundo nombre familiar, que no era más que una rama de dicha familia. Este solía deberse a una característica o peculiaridad de la persona que inició dicha rama y que era heredado de forma directa pos sus descendientes. Tomemos como ejemplo a Julio César. Su verdadero nombre era Gaius Julius Caesar. El praenomen es Gaius (Cayo), el nomen era el de Julius, el nombre de su familia, Julia. El Cognomen  segundo nombre familiar, Caesar (César) significa “peludo”. Apodo que distinguía a los miembros de esa rama familiar.

Existía un cuarto pseudonombre otorgado en ocasiones especiales, tras una gran hazaña, y que no se transmitía a sus descendientes. Es el caso de Publio Cornelio Escipión el Africano. El apelativo Africano se le concedió tras sus hazañas en el Norte de África que culminaron con la derrota de Aníbal Barca, el gran enemigo de Roma que cruzó los Alpes con su ejército penetró en Italia e infligió graves derrotas a las legiones de romanas. Su gesta más importante consistió en la conquista de Cartago, dando fin al imperio cartaginés, principal competidor de Roma en el Mediterráneo. Prenoten es Publio, el nomen Cornelius (de la familia Cornelia) y el cognomen Escipión, de la rama de los Escipiones. Algún antepasado de su familia fue apodado Escipión, que significa “bastón”, porque ayudaba a su padre a caminar sirviéndole de apoyo.

Los ciudadanos romanos no patricios solo poseían el praenome y el nomen. Si lograban adquirir gran riqueza o realizar un hecho de armas importante, se les permitía el uso de un cognomen propio (ex – virtue, cognomen a la virtud). Este es el caso de Cneo Pompeyo. Un no patricio que fue premiado por sus hazañas en el mediterráneo y sus conquistas en oriente con el cognomen “Magno” (el grande). Pasó a llamarse Cneo Pompeyo Magno. De ser aliado y compañero de César en el triunvirato se convirtió en su peor enemigo. Enemistad que dio lugar a una larga y cruenta guerra civil.

Otra figura importante de la antigua Roma fue Marco Tulio Cicerón, abogado y político. Debido a una gran verruga que poseía en la cara se le apodó Cicerón que significa “garbanzo”. Así tenemos a un peludo César), un bastón (Scipión) y un garbanzo (Cicerón), que pasaron a la historia de Roma por sus hecho y acciones.

Si repasamos un poco la historia antigua, moderna y contemporánea observamos que son muchos los soberanos y personajes históricos cuyo nombre ha trascendido acompañado de un sobrenombre o apodo, con el que se les identifica y se les conoce. Veamos algunos ejemplos:

Juan I de Aragón, el Cazador,

Alfonso II de Aragón, el Casto,

Pedro I de Castilla, el Cruel,

Enrique II de Castilla, el Fratricida,

Alfonso de León y Galicia, el Jorobado,

Ramón Berenguer II, Cabeza de estopa,

Enrique IV de Castilla, el Impotente,

Fernando III, el Santo,

Alfonso X de Castilla, el Sabio,

Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, lo Reyes Católicos. Desde éstos hasta la actualidad han reinado en España:

Felipe I, el Hermoso,

Juana I, la Loca.

Carlos I, el Emperador o el César,

Felipe II, el Prudente,

Felipe III, el Piadoso,

Felipe IV, el Rey Planeta,

Carlos II, el Hechizado, El último rey de la Casa de Austria. Los siguientes, hasta el actual pertenecen a la Casa de Borbón, excepto José I y Amadeo de Saboya.

Felipe V, el Animoso,

Luis I, el Bien Amado,

Fernando VI, el Justo,

Carlos III, el Político, el Mejor alcalde de Madrid,

Carlos IV, el Consentido,

José I Bonaparte, Pepe Botella,

Fernando VII, el Deseado, el Rey Felón.

Isabel II, la de los Tristes Destinos,

Amadeo de Saboya, Hijo del excomulgado,

Alfonso XII, el Pacificador,

Alfonso XIII, el Africano,

Juan Carlos I ¿? En el presente le llaman el Emérito. Realmente es rey emérito hasta que fallezca.

Felipe VI ¿?

Los apodos pueden asociarse también con estereotipos de tipo racial o cultural, de afectos o desafectos a una determinada persona. Ya que hablamos de afectos, en el ámbito familiar existen los hipocorísticos que, sin alcanzar la categoría de apodos, son formas familiares de nombres propios de personas, tales como Elo, Pancho, Nacho, Lalo…

A veces, los apodos denotan afectividad, cariño y admiración. Otras, en cambio, se utilizan de forma ofensiva, burlesca y denigrante con objeto de ofender y ridiculizar a determinadas personas. También los hay que hacen referencia a alguna característica física, psíquica, lugar de origen, profesión, personalidad, aficiones. Grandes cantantes como Frank Sinatra (la Voz), futbolistas como Lionel Messi (la Pulga) y toreros (Lagartijo) son conocidos por su sobrenombre o pseudónimo. Militares, tales como el Gran Capitán, o literatos de la talla de Miguel de Cervantes (el Manco de Lepanto), Lope de Vega (el Fénix de los ingenios), Mariano José de Larra (Fígaro), Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero) y José Martínez Ruíz (Azorín) casi son más conocidos por su Pseudónimo que por su nombre propio.

En la actualidad, en el mundo de la informática y cibernética, es muy frecuente el uso de los apodos, (Nick, username, login…), en los chats, correos electrónicos, perfiles en las redes sociales, acceso determinadas páginas webs, banca electrónica… Se usan como una forma de identificación para preservar el nombre de pila o protegerlo. Es como una forma anónima de viajar por el ciberespacio manteniendo oculta la verdadera identidad. Para acceder a determinadas páginas de internet, cuentas bancarias, etc. lo primero que te piden es el nombre de usuario, que no tiene por qué ser el verdadero (apodo) y la clave alfanumérica. Su uso es aceptado con naturalidad, de forma muy especial por los más jóvenes.

En el caso de Alfacar, el igual que el resto de los pueblos y ciudades de la geografía española, el uso de apodos o motes está muy extendido. Es rara la familia que no posee uno, o más, que ha heredado de sus antepasados o les ha sido impuesto a ellos mismos. Más de la mitad de los apodos alfacareños que se mencionan a continuación están extraídos de un escrito firmado por el alfacareño D. Gabriel Martín Velasco, redactado entre los años 2005 al 2007. Está dedicado a la memoria de los vecinos de Alfacar y recoge interesantes datos comprendidos entre los años 1020 y 1935. De casi un siglo ya. Entre otras cosas hace un recorrido, calle por calle, casa por casa identificando a todos los vecinos que entonces poblaban nuestro pueblo. Hace referencia a sus profesiones y actividades. A muchos de ellos los nombra con los apodos con que se les conocía popularmente. Numerosos motes han dejado de usarse por fallecimiento de sus portadores, pero hay otros que todavía perduran entre nosotros. Quiere decir que se han ido transmitiendo por generaciones. Más adelante presenta relación de todas las panaderías y molinos de harina y de aceite existentes en Alfacar con el nombre del propietario o propietarios. Realiza su trabajo con sumo respeto y consideración hacia todos los habitantes del pueblo. Sirva este pequeño trabajo como reconocimiento y admiración a nuestros antepasados que supieron dar forma y configurar con su esfuerzo y trabajo lo que es nuestro querido Alfacar en la actualidad.

Otra parte de los apodos que figuran en la relación que voy a exponer han surgido después y han sido recopilados por mí. Sé que se han quedado algunos en el tintero, cosa que se irá subsanando con las aportaciones de los vecinos que así lo crean conveniente. No indago en el origen de dichos apodos, el cómo y el por qué les fueron impuestos. Sería un trabajo ingente, pues el número se aproxima a los trescientos, sin tener en cuenta los más recientes, de las generaciones nuevas que, a buen seguro han aumentado el patrimonio. Si algún vecino o vecina tiene interés en que publique el origen de su apodo que me lo haga saber y lo incluyo en una próxima entrega. En ocasiones el apodo inicial en singular se ha transformado en plural, señal inequívoca de que ha trascendido a los descendientes. De alguna forma los apodos forman parte de nuestro patrimonio, de nuestra pequeña historia y están incrustados en nuestro propio ser y sentir. A veces preguntas por alguien del pueblo mencionando su nombre y apellidos y no saben responderte quien es. Mencionas el apodo familiar y enseguida lo identifican.

Si alguien se siente molesto u ofendido por mencionar su apodo o el de sus antepasados le pido disculpas de antemano. Mi intención es dar a conocer una faceta muy nuestra, unida a nuestra cultura y razón de ser. No me he inventado ninguno, están ahí y forman parte de nuestro patrimonio

Sólo me queda añadir que soy hijo de Evangelista el Pacheco (hijo de Gregorio el Pacheco) y de Mercedes la Peinaora, hija de Presentación la Barbera. Orgulloso de mi origen.


 APODOS ALFACAREÑOS, ANTIGUOS Y ACTUALES. Relación alfabética.


Abarcoque

Ajo

Alejico

Alfredico

Arrebola

Barrigón

Bartolo

Bicharro

Bigotes

Billetes

Birlongo

Bizcocho

Bogarre

Bombas

Bombico

Cabeza Gorda

Cacharihi

Cachirulo

Cacho rosca

Cachirulo

Caenas

Cagachín

Caganíos

Cagomeo

Calamón

Calicote

Calvero

Calzones

Canalejas

Canario

Canasto

Canito

Cantarico

Capachilla

Capitán veneno

Capullo

Cara  chica

Cara hierro

Cara pollo

Carita

Carlino

Carriles

Cascajico

Cenacho /Cenacha

Chalecos

Chamba

Chaturro

Chiclana

Chiles

Chencho

Chinarral

Chiquitillo

Chirina

Chirivitas

Choya

Churrete

Corneto

Cieguecillo

Claveles

Cocina

Cocío

Coillo

Colorín

Columpio

Cominos

Conclas

Conlleras

Corcheta

Corneta

Cotones

Cristo

Culo Barro

Chaturro

Churrete

Danielón

Diamante

Dorado

el Aguacil de la Puente

el Albardonero

el Alpargatero

el Apañao

el Batato

el Blanqueador

el Bueno

el Cabrero

el Caminero

el Cano / la Cana

el Carnicero

el Carnicero

el Cartonao

el Casero

el Castañedo

el Charanga

el Chatico

el Chato

el Chico Costillas

Chorizo

el Cocío

el Cogollero

el Cojo Tiritas

el Colorao

el Cordobés

el de Ángeles

el de Bustamante

el de Carlota

el de Claudio

el de Honorio

el de la Dominga

el de las Cabras

el de Juan Antonio

el de las Mimbres

el de los Barrancos

el de Petra

el del Agua

el del Cerezo

el del Mesón

el del Prado

el del Rey

el del Rincón de Ayar

el del Río

el del Salón

el Dorado

el Engañao

el Estuto

el Gañán

el Gorrión

el Guarda de campo

el Lechero

el Litri

el Herraor

el Loco

el Maestro de Música

el Manca

el Mijico

el Mono

el Moro

el Moro Muza

el Moreno

el Mosca

el Muillo

el Negrillo

el Negro

el Nene

el Nino

el Niño Anica

el niño de Conha

el Niño del Cortijo

el Niño Farrón

el Niño Irene

el Niño Luis

el Niño Pincho

El Niño Rey

el Ovillero

el Palomo

el Pando

el Peña

el Perrillo

el Pesaero

el  Pesetero

el Picha

el Pintao

el Pintor

el Pionono

el Pito

el Polillo

el Polo

el Polollo

el Porras

el Puche

el Puro

el Presidente

el Puche

el Recoleto

el Rico

el Riles

el Rubico

el Rubio de los encendedores

el Sacristán

el Santo

el Seguio

el Sordo

el Tamborilero

el Tardío / la Tardía

el Tractorista

el Veneno

el Yesero

el Zángano

el Zapatero

el Zorro

Emilica

Farules

Frascuelo

Fernandillo

Frascoya

Frasquitillo

Galocho

Garbancero

Gaseosas

Gato

Gazpacho

Gregorillo

Guitarrilla

Habichuela

Harinilla

Huevo Duro

Jayuyo

Jazmín

Jerpil

Juan Brevas

Juanichi

Jumea

Jumeo

Justillo

la Abarcoca

la Brava

la Cana

La Coillo

la Chelas

la Chana

la Chipulina

la Chiquitina

la Chochos

la Conrado

la Crista

la Cúscura

la del Huete

la del Cura

la Diamanta

la del Estanco

la Farrona

la Gitana

la Herraora

la Isabelona

la Jaleo

la Lucía

la Maicera

la Miguelona

la Minina

la Niña de las flores

la Niña Llagas / el Niño Llagas

La niña Rafela

la Pacha

la Panda

la Payesa

la Peque

la Periata

la Pereta

la Pijorra

La Pitita

la Señorica

la Sevillana

la Venenilla

las Gregorillas

las Manolas

las Prudencias

la Viudilla

Locaina

los Cabezas

los Coloraos

los Chenchos

los del Pensamiento

los Gumersindos

los del Rincón de Ayar

los Pitorreas

los Plateros

Macando

Mama uvas

Mangui

Manos míos

Maruso

Marrasa

Matacuras

Matapelos

Media oreja

Minero

Mollorico

Muriel

Niño de la Hueva

Ojinegro

Pacheco

Pacorro

Paquillo Maletas

Parrete

Pata palo

Patas tuertas

Patea

Patitos

Patusco

Pelos

Pepino

Perejil

Periate

Periatillo

Perico

Periquito el de la Pona

Periquito

Pichico

Pichirichi

Picolilla

Piles

Piletas

Pionono

Pitres

Platerillo

Platero

Poliica

Popas

Potitos

Puro

Quemaroscas

Quino

Ramaleda

Ramoncico

Raserilla

Redondo

Reloj

Rescoldo

Revientapollos

Rey de espás

Risitas

Rojillas

Roscos

Rubichi

San Pedro

Sampedrico

Sarmiento

Seguío

Sevica

Sillas

Tablillero

Tapa ollas

Tarzán

Terrerones

Tio Chiquitillo

Tirita

Tiritos

Tomate

Torcuatín

Tragaluces

Traperito

Vinagre

Viruta

Vitillos

Zorrica

Zumba

 

 


 

Alfacar a 7 de enero de 2023

 

                             Juan Evangelista Molero Hita