- Todo en la vida tiene una explicación…, hasta lo inexplicable.
- No existe el olvido. El cambio de rumbo te hace encontrar otros caminos.
- No todos los caminos conducen a Roma. Los hay que no te conducen a ninguna parte.
- Luchar contra un imposible no es señal de cobardía, sino sentido común.
- Es fácil ver gigantes donde sólo existen molinos de viento. La ilusión tiene más fuerza que a realidad.
- La verdadera amistad nunca muere. Ni la distancia, ni el tiempo son capaces de desarraigar lo que ha echado raíces en el corazón.
- Podré no verte, ni escucharte, pero sé que nos alumbra el mismo sol y de noche contemplamos la misma luna.
- Estamos hechos de la misma materia que forma el universo. Contemplar el cosmos es contemplar la inmensidad del ser humano, porque estamos hechos del mismo barro.
- La espera puede ser larga, pero… ¿Qué es en comparación con la eternidad? Ninguna espera es eterna.
- Todo es efímero en esta vida, hasta los sueños.
- Aprendí que un silencio vale más que mil palabras. Que una sola palabra puede ser más ofensiva que el más vil de los silencios.
- Respetad mi silencio, de la misma forma que yo respeto vuestra palabrería vana, aunque no la comparta.
- Rectificar es de valientes. Cambiar de estrategia no es cobardía.
- Atender unas obligaciones supone desatender otras, sobre todo, si existe contraposición. Lo difícil es acertar con las más convenientes.
- No siempre lo más conveniente es lo más adecuado, ni lo más ético.
30/11/2015
Juan Evangelista Molero Hita
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